Domiciana felicita a Pilar por el día de su santo. Aprovecha una postal con una vista de Naval en la que no figuran como elemento protagonista sus célebres salinas. Es una panorámica de la población desde la carretera y está circulada en 1915. Aprovecha para repasar las novedades en media familia. Me parece.
El matasellos se lee muy mal porque alguien quiso quitar el sello de correos, pero lo que logró fue eliminar los datos de dónde y cuándo se envió la postal. Pese a todo, hemos tenido suerte. Lo único que se lee del sello de la oficina de correos son las dos cifras del año: 15. Fue escrita en 1915. En el texto hay otra pista que no ofrece duda: Domiciana felicita a Pilar por el día de su santo. Fue escrita y enviada en torno al 12 de octubre. Esperemos que fuera antes porque así la escritora no mandaba la postal a misas dichas.
La felicitación de Domiciana es la clásica del momento: «Apreciable Pilar. Te desea un feliz día de tu santo en compañía de tus señores y las personas de tu mayor alegría, esta tu tía que te quiere de veras». Firma y luego coloca una posdata más larga que la felicitación. Como ya ha escrito media postal, el tamaño de la letra se reduce y es difícil de leer.
En principio, le envía muchos recuerdos de Antonio y «muchos besos de la María Luisa para ti y para Teresa» que, por cierto, celebraría su santo tres días después. Y hay alguien que siempre le pregunta por las tías.
Le cuenta que una sobrina está muy contenta con la capaceta que tiene para ir a la escuela y otra, más pequeña, de solo tres meses, no quiere estar con los pañales. Una postal da para mucho. No hay duda. Finalmente. Domiciana le dice a Pilar que tiene ganas de que vuelva «para pasar alegre ratito». La postal va dirigida a la calle Cortes Gran Vía de Barcelona.





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