Puente de Fanlo, octubre 1986

Una visita a Puente de Fanlo sirvió ayer para colgar el paso del Canfranero por este paraje, en el tiempo de pruebas que se realizan para recuperar el tráfico ferroviario entre Huesca y Canfranc. Este viaducto tiene experiencia como observador de obras en materia de comunicaciones. Desde que se construyó, hay una mención sobre obras en el siglo XIV, vio cómo cambiaron las comunicaciones que enlazaban Huesca con el valle de Tena. Hubo trazados de tierra, caminos con los primeros revestimientos asfálticos, una carretera con arcenes -todavía en uso en este punto- y luego verá la autovía que discurrirá por este paraje. Por aquí se conserva, como objeto para estudio arqueológico, un pequeño tramo de la C-136, la primera comunicación carretera directa Huesca-Sabiñánigo por el puerto de Monrepós. Una calzada que ha marcado las comunicaciones internas de la provincia a más de una generación.

Restos de la C-136 a la altura de Puente de Fanlo

Además, a finales del siglo XIX, el puente de Fanlo vio cómo se trazaba la línea ferroviaria entre Huesca y Jaca. El río Gállego siempre ha pasado por aquí y hubo un tiempo en que este puente vería pasar por debajo de su arco principal navatas que llevaban madera a la capital aragonesa. No le ha faltado de nada.

Desde que se hizo la carretera actual se complicó el cruce directo para salvar el Gállego y llegar a las dos viviendas que componían la pequeña aldea deshabitada de Puente de Fanlo. Situadas entre el viaducto y la vía del ferrocarril, la maleza las oculta mientras ha seguido un deterioro progresivo de los edificios. En 1986, ya con tiempo sin uso, todavía querían presentar una buena imagen junto al puente que ha marcado su actividad a los largo de los siglos. Pequeño lugar pero con historias, como todos por estas tierras.

El puente de Fanlo, 4 abril 2006

Es un trabajo de envergadura, con un gran arco y otro más pequeño en la margen izquierda del río. María Teresa Iranzo, en un artículo sobre los puentes medievales en la provincia de Huesca, indica que se cita en el siglo XIV, “dando nombre a una circunscripción administrativa: el Justiciado de Puente de Fanlo”. Fue volado en la guerra del 36 y reconstruido en 1983 por la Jefatura Provincial del Icona.

Blázquez y Pallaruelo, en su libro “Maestros del agua”, apuntan que el cantero Juan Valen trabajaba en 1603 en la reparación de este puente, situado en el camino real que iba de Huesca a Francia por el valle de Tena. Levantó los muros de sillería que hay en las dos orillas del río y renovó el piso.

Línea ferroviaria Huesca Canfranc a la altura de Puente de Fanlo

Junto al puente se conservan las ruinas de dos viviendas formando un ángulo recto, que componían el lugar denominado Puente de Fanlo. Poseía una herrería. Tras estas viviendas se encuentra la línea de ferrocarril de Huesca a Canfranc.

Viviendas de Puente de Fanlo, 4 abril 2006

El catálogo del patrimonio aragonés, Sipca, describe en su página web cómo era ese pequeño caserío, oculto ahora por la vegetación: «el deterioro de los restos conservados no permite distinguir dónde comienza y acaba esta casa y la otra contigua que formaba parte de este despoblado. Parece de planta rectangular. Sus muros son de mampostería de piedra de la zona, enfoscada, y con piezas en esquina trabajadas con cuidado. Se empleaba la madera en forjados de planta, techumbres y carpintería. La cubierta era de losas de arenisca y tiene un alero de cuatro hiladas voladas de losas sobre las que aún vuelan más las últimas losas de mayor tamaño.

En una de las fachadas, revocada con lo que parece mortero de cal, aparece incisa una decoración con forma de jarrón con flores. Alguno de los elementos con lo que contó  fue una solanera y balcones de madera. Los vanos de ventanas y balcones aparecen enmarcados por anchas franjas verticales de revoco encalado».

Viviendas de Puente de Fanlo. 20 mayo 2025

Fanlo es un topónimo que se repite en ese entorno. Aparte de esta pequeña población y el puente, hay una pardina con este nombre y, como elemento más destacado aunque sea del que no hay recuerdo físico, está el monasterio de Fanlo -que debió estar muy cerca de aquí- y su abad Banzo. Todo un personaje.

Este abad fue una de las personas de confianza de Ramiro I. Fue nombrado máximo responsable del monasterio de San Andrés de Fanlo en 1035. Tras la muerte de este monarca decayó su influencia y fue destituido de su cargo por no apoyar la reforma religiosa que promovió el rey aragonés Sancho Ramírez que supuso el cambio del rito mozárabe por el romano. Fue en torno al año 1070. Estos datos los incluye Fernando Galtier en su artículo publicado en el libro «El beato del abad Banzo, un Apocalipsis aragonés recuperado». El monje tuvo por regalo real un Apocalipsis. Una publicación al alcance de muy pocas personas. Casi nada.

Para las personas más constructoras, aquí van algunos datos técnicos del puente de Fanlo, extraídos de la página web del Sipca. «El puente está construido en sillería perfectamente trabajada y está formado por dos arcos de medio punto de diferente tamaño. Uno de 24,60 metros de luz y 11,10 de altura, ocupa la parte central del puente y es por donde pasa el agua habitualmente. El otro es más pequeño (9,12 metros de luz y 7,30 de altura), se encuentra en la margen izquierda y actualmente sólo pasa agua cuando hay avenidas.

En origen, dado que el río Gállego es muy caudaloso, quizá pasara el agua continuamente y sólo dejara de hacerlo en época de estiaje. Entre los dos arcos hay un pilar fuerte y robusto que tiene un tajamar (triangular, con remate escalonado) aguas arriba. El estribo de la margen derecha tiene un refuerzo en la base para desviar el agua hacia la parte central del arco y al carecer de un tercer arco le da al puente un aspecto recio, firme y fuerte a la vez. En su interior conserva los mechinales para sujetar la cimbra.

En el paso o vía hay restos de lo que podía ser el empedrado original y los pretiles están construidos con sendas paredes, una a cada lado. Los estribos, al menos el de la margen derecha, apoya en un afloramiento de roca por lo que no debe tener cimentación, el estribo contrario y el pilar central la vegetación no impide ver dónde apoyan».

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