En una reciente entrada descubríamos la labor del altoaragonés Antonio Puch Ferrer en la prensa catalana. Seguimos. Durante su estancia en Lérida, se relacionó con otros oscenses que trabajaban como él en esta ciudad. Entre ellos figuraron Joaquín Maurín, de Bonansa, y Felipe Alaiz, de Belver de Cinca, colaboradores de El Ideal siendo Puch, de Estopiñán, redactor o director del medio.
Aquí comenzaron sus respectivas biografías políticas. Felipe Alaiz sería una destacada personalidad en el anarquismo español. Joaquín Maurín recorrió el camino de la izquierda, siendo fundador del POUM, Partido Obrero de Unificación Marxista. Antonio Puch permaneció siempre en Esquerra Republicana de Catalunya.
Además, los tres compartieron con el artista leridano Miguel Viladrich su aventura en Fraga, escribiendo en prensa sobre su obra o participando en la capital del Bajo Cinca de forma activa en momentos importantes de esa estancia. Antonio Puch fue modelo para uno de los retratos realizados por Viladrich, expuesto en la Hispanic Society de Nueva York. Se titula «El monje novicio (Antonio de Huesca)» y figura como pintado en 1908.
En 1928, veinte años después de la realización del retrato, Antonio Puch entrevistaba a Miguel Viladrich en el rotativo barcelonés El Día Gráfico.[1] El artista afirmaba que, «dejando de lado el concepto fotográfico o puramente objetivo, retrato es la reproducción de la imagen humana en su aspecto característico e intenso y, además, la expresión subjetiva del artista ante el modelo. La intención del artista es una cosa y otra es la interpretación que el espectador da a la obra. Observa que la mayoría de las obras célebres han tenido interpretaciones diferentes por parte de cada comentarista». Se ve que el retratado recibió todo tipo de comentarios sobre la obra y esperó todo este tiempo para pedirle explicaciones a Viladrich por el motivo de su trabajo.
El diario leridano El Ideal[2] informaba de la «toma de posesión» del castillo de Fraga por parte de Miguel Viladrich, a quien se lo había cedido el Ayuntamiento de la capital del Bajo Cinca. Entre los que acompañaban al pintor al llegar a Fraga estaba Antonio Puch. También iba Ricardo Palacín, abogado leridano de orígenes en Nueno, donde habían nacido sus padres, y colaborador del citado diario.
Joaquín Maurín dejaba Lérida en 1919 para incorporarse al servicio militar. Antonio Puch firmaba una semblanza. El de Estopiñan destacaba del de Bonansa su lucha por la clase obrera: «el obrerismo de Lérida, con la marcha de Maurín pierde un paladín entusiasta. Siente Maurín como nadie la injusticia de la desigualdad de clases y sus ideas de libertad amplias y generosas se orientan hacia la redención del proletariado que tanto sufre y calla en estas tierras de España».[3]
Maurín, Alaiz y Puch unieron sus firmas en una polémica suscitada por el primero al plantear la diferencia que había entre baturrismo y aragonesismo. Fue en el entorno de la fiesta del Pilar, en 1917. En una próxima entrada ampliaremos información sobre este asunto.
[1] El Día Gráfico. 25 diciembre 1918.
[2] El Ideal, 2 enero 1915. Las referencias a la prensa de Lérida se han obtenido en la página web del «»Institut d’Estudis Ilerdencs. Servei de Patrimoni Bibliogràfic i Documental».
[3] El Ideal, 4 febrero 1919.





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