Francisco, desde Lanuza, felicita el santo a su hija, Rosa, que está en Barcelona. La postal está fechada el 27 de agosto de 1959. Es un texto cariñoso que acaba con el tradicional envío de un beso.

Es una postal con una vista poco habitual del balneario de Panticosa. Se trata de una imagen de Ediciones Darvi (David Argonés Villacampa) de Zaragoza, conocido postalero en la época de esta felicitación. Se ven los principales edificios del conjunto termal desde un punto elevado junto a la carretera de acceso. Al fondo, sobre la roca, destaca la recta cicatriz de la tubería que baja el agua a la central eléctrica del balneario.

Aunque ahora se celebra la festividad de Santa Rosa de Lima el 23 de agosto, antes del Concilio Vaticano II era el día 30 de ese mes. Francisco esperaba que Rosa tuviera su postal el mismo día de su santo. Me parece.

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